No te vivas recordando día a día, todo lo mal que haces, trata de ser libre por un segundo. Deja de arrepentirte que no vale la pena, que no se convierta en tu verbo fácil de usar. No pienses en lo que pudo haber sido, pensa en lo que puede venir, no convivas con el no puedo. ¿Querés? ¡SI! entonces podes. No busques lo que no queres, no llegues a lo que no buscas. Tus enseñanzas son muchas, tus errores, miles más y tus llantos se multiplican por un millón. Viví mientras puedas, de este mundo sabes que no sale vivo, pero por eso mismo disfruta y no quieras llegar a conclusiones para intentar sacar una sonrisa, sabes que lo demás queda adentro, muy adentro a veces.